Siempre junto al pueblo
Un pasado oscuro se va acumulando tras el candidato de la derecha chilena.
Tenemos el caso del escándalo político más conocido como el Piñeragate, ocurrido el 23 de agosto de 1992.
Este caso comenzó cuando, en un programa de televisión de Megavisión, en directo y mediante una grabación telefónica clandestina, Ricardo Claro reveló una conversación en la que Piñera descalificaba, con fuertes epítetos, a la también candidata y diputada Evelyn Matthei.
Vea el video de ese programa haciendo Click Aquí.
Luego tenemos el caso del Banco de Talca donde, en una entrevista a canal 2 de San Antonio, la ex ministra de justicia de Pinochet, Mónica Madariaga reconoce haber intervenido ante los jueces, en época de dictadura, para liberar a Piñera por este caso donde se le acusó por fraude a la ley de bancos ( 250 milloners de pesos ) y estuvo 24 días prófugo ya que en el 2º Juzgado del Crimen de Santiago se le declaró reo.
Vea esta entrevista haciendo Click Aquí.
Está el caso de colusión de las farmacias Ahumada, donde Piñera era accionista, con Salcobrand y Cruz Verde.
Está la multa de 88 millones de dólares que la justicia estadounidense le impuso a la compañía Lan Cargo, perteneciente a Sebastián Piñera, por colusión de precios en su división de transporte de carga.
Piñera ofrece crear un millón de empleos. Pocos saben de los intereses que vinculan a Piñera con la empresa inmobilaria “Salfacorp”, en la que tiene Piñera el 17,8% del paquete accionario. Recientemente, Salfacorp despidió a 1.500 trabajadores.
Y finalmente tenemos el caso de uso de información privilegiada denunciada por Transparencia Internacional y la multa que debió pagar Piñera.
A continuación entregamos el texto completo de este informe en el capítulo Chile de Transparencia Internacional.
El abuso de información privilegiada llega a las empresas chilenas
Como testimonio de la necesidad de estándares de gobierno corporativo más estrictos, en 2007 y 2008 salieron a la luz dos casos que evidenciaron la constante vulnerabilidad del mercado ante el abuso de información privilegiada.
En el verano de 2008, la SVS de Chile (Superintendencia de Valores y Seguros) determinó que tres personas habían violado normas de confidencialidad relacionadas con un frustrado intento de fusión entre el gigante de las ventas minoristas Falabella y el conglomerado de supermercados líder D&S10. La SVS acusó a otras cinco personas más de utilizar información privilegiada relativa al intento de fusión11.
La SVS determinó que, durante las negociaciones tendientes a un acuerdo de fusión en mayo de 2007, un director de D&S, así como un consultor externo de servicios de comunicación y un miembro del grupo de control mayoritario de Falabella, habían transmitido información confidencial sobre las negociaciones de fusión a contactos familiares o profesionales.
La maniobra se descubrió cuando la autoridad reguladora advirtió que entre los inversionistas se encontraban personas “que no participaban habitualmente en el mercado de valores” o que realizaron inversiones muy superiores a las normales en dichos mercados y concentradas en acciones de D&S12.
Se determinó que de las cinco personas que recibieron multas por utilizar información privilegiada, tres habían recibido la información del Director de D&S.
En total, las multas superaron los 2 millones de dólares, y se exigió además a estas tres personas la devolución de ganancias por otros 2 millones de dólares. Al anunciar las multas, el titular de la SVS resaltó que estas estrictas sanciones por abuso de información privilegiada eran necesarias para proteger la confianza de los inversionistas en el mercado de valores de Santiago.
Un segundo incidente que significó un posible uso indebido de información privilegiada implica a Sebastián Piñera, uno de los ciudadanos más ricos de Chile y opositor de Michelle Bachelet en la elección presidencial de 2006.
En julio de 2006, pocos meses después de incorporarse a la junta directiva de la compañía chilena LAN Airlines, y tan sólo un día antes de que la compañía anunciara sus resultados correspondientes al segundo trimestre, Piñera compró 3 millones de acciones en LAN, que representaban casi el 1% de las acciones en circulación de la compañía.
La investigación que inició la SVS reveló que Piñera había comprado las acciones inmediatamente después de que la junta directiva de LAN hubiera aprobado sus estados financieros, que mostraban un incremento en las ganancias del 31% durante la primera mitad del año.
El valor de las acciones se disparó cuando los estados financieros se hicieron públicos el día siguiente, lo que reportó a Piñera un beneficio extraordinario de 700.000 de dólares.
Si bien la compra de acciones de Piñera pareció deberse a la información revelada durante la reunión de la junta directiva, la SVS llegó a la conclusión de que realizó la compra antes de conocer el desempeño de LAN y señaló que su compra se adecuaba a un patrón de compra establecido. Sin embargo, no todos los observadores estuvieron de acuerdo con la decisión de la SVS y cuestionaron la ética de dicha compra.
En julio de 2007, en una decisión que resultó controvertida tanto para los defensores de Piñera como para sus detractores, la SVS acusó a Piñera de permitir que la compra avanzara tras haber obtenido información privilegiada sobre la compañía.
Esta estricta interpretación de la ley por parte de la SVS fue cuestionada por varias personas, entre ellos 20 Piñera, quien denunció que las conclusiones respondían a motivaciones políticas, aunque desistió de apelar la decisión.
Pese a la resolución, parece que el incidente no tuvo ningún costo político para Piñera, uno de los candidatos para las elecciones presidenciales de 2009. Aunque sus actividades financieras fueron objeto de un minucioso examen por sus opositores en el Congreso, su reputación no se ha visto perjudicada.
Al igual que el caso de D&S, el uso de información privilegiada tuvo consecuencias para LAN.
Tras la resolución de la SVS, Piñera anunció la renuncia a su cargo en la junta directiva de la empresa y expresó su deseo de separar su identidad política de sus iniciativas comerciales. Pese a esta decisión, Piñera todavía mantenía el 25% de las acciones de LAN a mediados de 2008.
Si bien estos incidentes no parecen haber repercutido fuertemente en D&S, Falabella y LAN, la credibilidad a largo plazo de la bolsa de valores de Santiago no ha mostrado la misma resistencia.
El abuso de información privilegiada permite que los accionistas mayoritarios se enriquezcan a costa de los inversionistas minoritarios. A largo plazo, esto incrementa el costo de capital, desalienta a los inversionistas, propicia la especulación e incrementa la volatilidad de la bolsa.
La SVS está tomando medidas para impedir este tipo de problemas, pero Chile debería mejorar de todos modos el gobierno corporativo y el control reglamentario a fin de fortalecer la reputación comercial del país en el exterior.
Marcelo Cerna y Rocío Noriega (TI Chile)