Por: José V. Medina Z.
En un solo día, 01 de julio de 2015, con sus actuaciones, el mundo político, a través del poder legislativo, logró hundirse aún más en el desprestigio y la falta de credibilidad.
Por: José V. Medina Z.
En un solo día, 01 de julio de 2015, con sus actuaciones, el mundo político, a través del poder legislativo, logró hundirse aún más en el desprestigio y la falta de credibilidad.
Por 30 votos a favor, 2 en contra y 2 abstenciones, los honorables sacaron de la vicepresidencia del Senado a Alejandro Navarro (MAS), quien mantuvo en pie sus palabras respecto al financiamiento que recibieron sus pares de la Corporación de parte de algunas empresas pesqueras.
El Senador Navarro, hace unos días, hizo un llamado a transparentar los aportes reservados y publicó los listados de los senadores que recibieron donaciones en esa calidad y la lista de empresas pesqueras que aportaron a campañas pero sin cruzar los datos.
Sin embargo, lejos de aceptar este desafío, en forma transversal, sus pares de la Nueva Mayoría, Carlos Montes (PS), Ricardo Lagos Weber (PPD) y Alejandro Guiller, a lo que se sumó Francisco Chahuán (RN), le recriminaron su “irresponsabilidad” y se pronunciaron a favor de removerlo de la testera.
Los senadores, en vez de aprovechar la oportunidad para transparentar los aportes recibidos desde las empresas, optaron por la actitud de acusar a Navarro de desleal y el senador Francisco Chahuán lo acusó de “no velar por la dignidad de los senadores”.
Es evidente que, para los ciudadanos, este tipo de actuaciones colman la paciencia ya que se acentúa la crisis de confianza y la pérdida de credibilidad que afecta a todo el sistema político. ¿De que dignidad estamos hablando?
Por otra parte, en este mismo día, la Comisión de Constitución de la Cámara aprobó que los partidos políticos puedan recibir un monto máximo anual de UF 500, es decir, alrededor de $12 millones 500 mil de parte de las empresas.
El diputado Faud Chahin precisó que muchos partidos, para evitar la confiscación de sus bienes durante la dictadura, traspasaron éstos “a sociedades inmobiliarias”. “Esos inmuebles son de los partidos políticos, pero jurídicamente están asociados a inmobiliarias”, explicó. Sin embargo, esta argumentación se cae por su propio peso ya que no estamos en dictadura por lo que no hay riesgo de confiscación alguna.
Claramente, esta indicación va en contra del espíritu de las reformas que buscan evitar el aporte de las empresas a las campañas políticas y en contra del informe de la Comisión Engel.
Finalmente y en este mismo día, la cámara rechazó solicitar a la presidenta, urgencia al proyecto de rebaja de sueldos a los parlamentarios.
En resumen, las señales del Congreso en este día fueron las siguientes:
Se censuró a un senador por pedir Transparencia. Comisión parlamentaria aprobó indicación para que empresas aporten financiamiento a partidos políticos y, se rechazó discutir rebajas de sus sueldos.