SIEMPRE JUNTO AL PUEBLO
Una delegación alemana representante del Movimiento Obrero de Acción Cristiano, que en Chile dirige el, ya legendario sacerdote Pierre Dubois, visitó la tarde del viernes 13 de Marzo a las mujeres que integran la Cooperativa de Mariscadoras de Las Cruces, “Puesta de Sol”.
El grupo encabezado por la chilena María Angélica Galvéz, se reunión con estas mujeres emprendedoras con la intención de compartir experiencias y para conocer la realidad y el trabajo de estas sacrificadas mujeres Crucinas.
Por su parte, el Depto. de RR.PP. de la Municipalidad de El Tabo representó un saludo de bienvenida del alcalde, Emilio Jorquera Romero, a los visitantes europeos.
Jenny Marín en representación de las mariscadoras de Las Cruces, a través de una intérprete, fue la encargada de narrar la historia de esta agrupación, sus luchas, logros y sueños.
De esta forma, esta delegación europea pudo conocer la realidad de esta agrupación de Las Cruces, intercambiar experiencias y despejar dudas sobre el estilo de vida y avances logrados en esta labor.
Conocieron los orígenes de la cooperativa, la obtención de un terreno en comodato concedido por las autoridades municipales de El Tabo y el proyecto de un restaurant que pronto se construirá en estos terrenos.
También se crearon lazos de amistad y se generaron contactos para, más adelante, poder buscar alianzas y cooperación con entidades del continente europeo.
Luego de degustar empanadas de queso y camarones, preparados por las propias mariscadoras, no sin antes paladear una copa de vino blanco chileno, la delegación europea se despidió, agradeciendo con algunos cantos en alemán, la atención recibida.
Después de las fotos de rigor y el intercambio de correos electrónicos, los alemanes emprendieron rumbo a la capital con la sensación de haber vivido una experiencia enriquecedora, que por cierto, en un futuro no tan lejano rendirá frutos de cooperación y amistad.
La labor de años de sacrificio de estas mujeres de Las Cruces ya ha transcendido nuestras fronteras y nuestro continente.
Esta puesta de sol, este ocaso, fue el regalo con que el horizonte de Las Cruces, generosamente, despidió a esta delegación extranjera.