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CHILE Y HONDURAS MORTALMENTE PARECIDOS.

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Honduras-Chile

Por: Jaime Bravo Oliva.
Ex Embajador de Chile en Honduras.

La República de Honduras, contaba a su haber una tasa de homicidios de 42 asesinatos cada 100.000 habitantes en el año 2017 y San Pedro Sula, la capital económica del país 52 por cada 100.000 habitantes. La misma tasa en Chile en el mismo año era de 4 por cada 100.000.

Honduras tiene un ingreso per cápita, ajustado por paridad de poder de compra de USD 5.129, Chile 25.222, esto de acuerdo a cifras del Banco Mundial al año 2018.

En materia de narcotráfico, existen también importantes diferencias “aparentes”. Insight Crime indica que, por Honduras “pasan” entre 140 a 300 toneladas de cocaína anuales, existiendo bandas organizadas tales como Los Cachiros, Barrio 18, Cartel del Atlántico, Los Valle, entre otras, que manejan el tráfico de drogas, se dedican a las extorsiones, secuestros, y controlan parte de las principales ciudades de éste país, estimándose que aproximadamente 30.000 personas forman parte de estas organizaciones criminales.

A fines del año 2017, en medio del conteo de votos de las últimas elecciones presidenciales, la ciudad de San Pedro Sula y parte del país, sufrieron violentos saqueos y una convulsión social muy violenta, en la cual se combinaban ciudadanos que pacíficamente se expresaban en contra del proceso electoral y la delincuencia proveniente de las bandas organizadas. Dicha movilización, tanto ciudadana como delincuencial duró aproximadamente una semana.

Solo una semana y media demoró el Gobierno de Honduras, con fuerzas armadas y policía que se encuentra cruzada de acusaciones de vínculos con el narcotráfico y la delincuencia organizada, en controlar los saqueos y la violencia desatada en el país.

En Chile, pasado más de mes que estalló con fuerza la demanda social, el Gobierno desarrolla esfuerzos desesperados y descontrolados por “combatir” a estas “bandas organizadas” que se han tomado con violencia el país, con saqueos, incendios, amedrentamientos desde Arica a Puerto Montt, y que de acuerdo a conspicuos actores de la vida nacional ponen en jaque el Estado de Derecho, la Democracia, la Convivencia Nacional, entre otros importantes componentes de la Nación.

La experiencia comparada entonces entre dos países aparentemente diferentes, pero mortalmente parecidos, lleva a formular algunas legítimas preguntas que, más allá de aquellas relacionadas con la demanda social, nuestras autoridades deben ser capaces urgentemente de contestar para poder empezar a construir un país mas justo no solo en términos sociales, sino también en términos de la “paz social” para todas y todos.

Existen antecedentes reales que el nivel de organización de las bandas de narcotráfico llega a tal que son capaces de controlar la vida en las principales ciudades del país? Si esto es real, la situación en términos de extensión, profundidad y población afectada es inmensamente superior a Honduras y por tanto Chile esta al borde del control por parte del narcotráfico y la delincuencia organizada, similar a como lo estuvo años atrás Honduras.

Que tan bajo ha sido el nivel de inteligencia policial y/o desidia que ninguna de nuestras “profesionales” policías pudo prever el nivel de penetración que tenían en todas las ciudades del país el narcotráfico y las bandas organizadas? Porque si nuestras policías no previeron cual es el volumen y organización del “ejercito de soldados” de la delincuencia organizada, claramente no se encuentran capacitadas para una labor básica en un Estado Democrático.

Si el diagnóstico es compartido por el Gobierno y los actores políticos es que efectivamente existen bandas organizadas lideradas por el narcotráfico que han desestabilizado completamente al país, entonces las soluciones claramente intentan apagar el incendio con un balde.

Es cierto y urgente que se requiere restablecer la paz social. Es cierto que ésta es una condición básica para resolver las demandas sociales y políticas del país.

Sin embargo, también es real que, si el diagnóstico es acertado, el narcotráfico se ha tomado parte del país y por tanto toda la agenda de seguridad que se ha puesto en la mesa no resuelve el problema real que se ha tomado la agenda pública.

La lucha contra la delincuencia y el narcotráfico requiere de un enfoque adicional, diverso y con recursos, porque el golpe letal del narco se le da a aquellos más desprotegidos de la sociedad.

En esta materia, por tanto, se requiere mucha más seriedad política.

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1 comment

Cristian 06/12/2019 - 02:25

Es todo un tema el narcotrafico. Deja muchas interrogantes lo rápido que han tomado control, sobre todo en las últimas décadas, la protección policial durante sus fastuosas ceremonias fúnebres, la reticencia a legalizar marihuana y otras drogas por parte de la clase política. Existe un hilo conductor en todo esto…

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