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¿Por qué necesitamos una Nueva Constitución?

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Fotografiá, Reuters.
Cristian Fernández Terán.

Por: Cristian Fernández Terán
Diseñador en Comunicación Visual.

Mucho se viene hablando hace años y últimamente más aún, con motivo del `Estallido Social´, en el cuál nos vemos inmersos hace más de un mes ya.

Se ha escuchado a expertos constitucionalistas de todos los sectores discutir y exponer diferentes posturas al respecto, con todos los antecedentes se ha llegado a un consenso mayoritario, que indica la necesidad de un cambio radical en nuestra carta magna como resultado de este Nuevo Pacto Social.

Pero realmente, ¿cuáles son las razones por las cuales se defiende esta tesis?

1.- A pesar de que nuestro país se caracteriza por constituciones impuestas, la constitución vigente tiene un triste precedente, al haber sido redactada en plena dictadura militar y aprobada por la ciudadanía en un plebiscito, por lo demás, bastante irregular en el que todo el control fue ejercido por el gobierno de la época, privando a la oposición en su sentido democrático de poder controlar, fiscalizar y explicar a la población cuáles eran los reales alcances de ésta.

Entonces, en primer punto su contexto histórico, no es una constitución democrática y el pueblo no fue partícipe de su creación.

2.- Las bases del sistema económico actual tienen su arraigo en el contenido de la Constitución. Se prioriza al privado por sobre el Estado, por lo tanto nos deja a merced de un Estado Subsidiario que sólo puede intervenir en la actividad económica, siempre que los privados no quieran, no puedan o no deban intervenir.Siempre tiene preeminencia el Privado.

A partir de la entrada en vigencia de la constitución de 1980 todas las empresas estatales se privatizaron, muchas de ellas incluso se privatizaron dentro del período democrático. Y este privilegio del privado por sobre el estado lo podríamos graficar por ejemplo: una posible industria del litio o de las desalinizadoras no podrían ser estatales porque por Constitución se debe respetar primero que nada el principio de subsidiariedad.

En base a lo expuesto, el segundo punto sería esta priorización del ejercicio económico por parte de privados y que va muy relacionado con el próximo punto.

3.- La libertad del privado de hacer lo que quiera en el rubro que estime conveniente, con sus respectivos resquicios y vicios, hace que dentro de este libre albedrío de los privados, estos se reúnan, negocien y proyecten sus actividades sin un orden orgánico y sin necesidad que esté dentro de sus planes el beneficio de la población.

Por ejemplo: “los monocultivos, el problema de Petorca con la sequía se debe fundamentalmente a la exagerada existencia de predios dedicados a la explotación de la palta y por otro lado al derecho de agua en el cual Chile es el único país del Mundo!!! En el que el derecho de aprovechamiento del agua es propiedad de los privados”. Y así como en el agua, sucede lo mismo con la electricidad, la salud, la educación, la vivienda, etc.

Si bien un cambio de Constitución no es la única solución a las demandas sociales, si representa el proyecto de derechos fundamentales, es decir, la forma como nuestra vida se ve traspasada por estos derechos fundamentales, principalmente los derechos sociales: salud, trabajo, vivienda, agua, cultura, deporte, etc.

La Constitución se ha reformado muchísimas veces, en muchos aspectos. Pero el artículo que menos se ha reformado es donde están nuestros derechos. La Constitución no es tan sólo un conjunto de normas, la Constitución es la manera de cómo nos movemos política y socialmente, en el fondo es un modo de vida.

Este pequeño artículo lo he realizado como ciudadano común y corriente, motivado por la contingencia, me he dado cuenta que también podemos luchar por nuestros derechos desde la educación, desde el conocimiento de lo que nos afecta política y socialmente. Una de las tantas cosas positivas de este movimiento ha sido el interesarnos por la política, el comprender que de una u otra forma siempre nos atañe. Escuchando y leyendo a constitucionalistas como Jaime Bassa, Fernando Atria, Javier Couso, Sergio Verdugo, Jorge Correa Sutil, entre otros, uno se puede formar una propia impresión y sacar conclusiones. Se los transmito esperando que sirva y que cada vez seamos más los movilizados desde esta vía.”.

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