San Antonio, 19 de Junio. Son las 05.10 de la madrugada. Me encuentro en la Primera Comisaría de San Antonio. He llegado hasta aquí, después de caminar desde casa, bajo una fuerte lluvia acompañada de viento norte.
En el trayecto hacia este lugar mis pensamientos me llevaron hasta mis hermanos que ya no están. Son ellos amigos, compadres, compañeros, hermanos e hijos, en fin, como los llame, ellos siguen siendo parte de mí.
Pienso en todos ellos y en la forma en la que nos dejaron y estoy seguro que fue mucho más digna que la que pretende imponernos el orden establecido. Ellos entregaron su vida luchando contra la naturaleza, pues en casiones ésta se vuelve nuestra enemiga y nos cobra de esta forma, pero son reglas que nosotros conocemos y asumimos.
Me encuentro en este lugar porque tengo temor y miedo, por mi hijo detenido en un calabozo, privado de lo más preciado que es la libertad. Está en esta comisaría acusado, al parecer, de "portar elementos peligrosos en su mochila".
Creo que esto no es nada más que un montaje de la policía para amedrentar a
nuestra familia.
Digo esto pues todos han tomado la bandera de lucha en contra de la industria pesquera. de arrastre.
Lo que me preocupa y asusta es que yo conozco el terrorismo de estado, pues fui detenido durante la dictadura.
También conocí la forma de actuar de los servicios de inteligencia en ese riste periodo de nuestra historia, en el cual, entre otras tantas acciones en contra de los luchadores sociales, justificaron su criminal accionar con montajes.
Recordamos las llamadas "ratoneras" y la enorme cantidad de muertes que criminales y esbirros justificaron, durante años, con la versión oficial de los supuestos enfrentamientos.
Hoy día tengo miedo por los míos, pues los mismos personajes siniestros, de aquel entonces, con todas sus prácticas están renaciendo.
Se nos ha golpeado, nos han detenido, tenemos "guardia" frente a nuestra casa, nos siguen personas que estamos seguros pertenecen a la policía, y lo último la detención de mi hijo Esteban, justificando el encierro en un calabozo con un montaje.
Tengo la certeza que esto no es casualidad, pues en el gobierno personajes muy influyentes tienen vínculos históricos con la industria pesquera. Ejemplo de esto son: Edmundo Perez Yoma, Viera Gallo, entre otros tantos.
Ellos saben que a nosotros no nos van a comprar, como ya lo han hecho con otros. Nosotros estamos convencidos de que nuestra lucha es justa y digna y que seguiremos en ella, sin tranzar.
Luchar contra la naturaleza es más simple y digna que esta lucha contra el poder del dinero y todo lo que ello implica, los que deberían brindarnos seguridad, en nuestro caso, generan lo contrario, inseguridad.
Tengo miedo por los míos.
Cosme Caracciolo
Pescador Artesanal