No mates la Música, escucha, deleita tu espíritu y tu corazón con sus notas, su sintonía, su ritmo y su sensibilidad femenina y juvenil.
Música Sepúlveda, una niña de 14 años, ha logrado despertar y sacudir nuestras adultas conciencias, la de toda una sociedad.
José V. Medina Z. www.lasnoticiasdeeltabo.cl
Aquí va un nuevo y húmedo aporte. Un nuevo texto de Música.
Un merecido y reconfortante jarro con agua
Luis Osorio
Cuando se asisten a hechos como el ocurrido el día lunes en que la Sra. Mónica Jiménez resulta mojada, en una reunión en la cual estaban presentes profesores y estudiantes, uno piensa en situaciones de otro tipo como el episodio de la voladura de platos y tazas en el Mideplan, o algún otro acontecimiento similar que sin lugar a dudas deben haber varios.
Sin embargo, para analizar estas acciones hay que situarse en el contexto de cada momento.
Cuando se nombra a la Sra. Jiménez en su cargo, después de la salida de Yasna Provoste, al parecer dentro de las fichas personales para llenar estos puestos vacantes y con la intención de no tener que barajar mucho el naipe, se tenía que buscar un perfil, no de un profesor experimentado en el tema de Educación sino que algún democratacristiano o cercano a esa tendencia, por la importancia que tiene para el país el mantener el equilibrio político.
Es en esas condiciones en que aparece la Sra. Jiménez.
De profesión Asistente Social, venía de una Universidad de Temuco y tenía vínculos con algunos colegios, por añadidura había sido integrante del Consejo Asesor para la Educación.
A poco andar en su cargo, le corresponde enfrentar el inicio de la tramitación de la Ley General de Educación, que como se preveía tiene un amplio grupo de detractores, para algunos por el tema de la continuidad del lucro y si penetramos en un análisis de mayor profundidad, porque no constituye una propuesta que contribuya en absoluto a lo que se expresa como conseguir la “igualdad de oportunidades”, “la equidad”, “la calidad en la educación” y avanzar hacia un elemento, que bien lo expresaba José Miguel Insulsa en un canal de televisión, que es la necesidad de poner término a la desigualdad, frente a ello la educación y el cambio de mentalidad en los empresarios juega un rol determinante.
La Sra. Jiménez ha manifestado opiniones contrarias a los paros de los estudiantes y de los profesores, ya que piensa que es en el Congreso donde se resuelven estos temas.
En apariencia, lo ideal para ella es que no existan las movilizaciones y que en definitiva el país se desarrolle sin participación. Ahora último, expresaba que el asunto educacional está en manos del Senado.
Sin embargo, lo que no logra comprender es que en el país hay temas que se arrastran desde el gobierno militar, la caracterización de la nación, como lo señalaba el Sr. Henríquez-Ominami la semana pasada, presenta estadísticas de una muy baja participación de los chilenos en las decisiones y en la vida política, por tanto cuando se deben hacer transformaciones que afectan a toda la población, el Parlamento no es representativo.
Lo anterior no quiere decir que por la carencia de representación el país se va a ver estancado y no se va a legislar.
Hay muchos ámbitos en que no ha existido gran injerencia de la ciudadanía, pero hay temáticas que, sin lugar a dudas, a pesar de este panorama poco alentador, no se van a resolver nunca si no se sustentan en una amplia participación, en forma y no figurada, de todos los chilenos, sin un ambiente de presiones y negociaciones dentro un pequeño grupo de ciudadanos.
Se trata de materias que debe recopilar lo mejor del aporte de quien quiera aportar y luego confluir en propuestas de proyectos de solución, finalmente zanjando con un plebiscito.
Es reconocido que legalmente el plebiscito no se puede realizar, pero al respecto cabe la siguiente interrogante.
¿Cuál es la validez, para una sociedad, de que una Constitución que parte de un plebiscito, generado de un gobierno que no es elegido, coloque como impedimento la realización de un plebiscito?.
Es decir, reniega de la herramienta que le dio su origen.
Acaso habrá que esperar el paso de unas 4 generaciones para contar con este instrumento democrático. Si se expresa que el lanzamiento del agua es una agresión a la democracia, más agresiva resultó la Constitución que lleva 28 años.
El gobierno, más de alguna vez, ha expresado que no basta quedarse en la crítica, sino que hay que actuar de manera responsable proponiendo soluciones.
En el terreno educativo y en otros que resultan de gran importancia para el país se han elaborado propuestas interesantes y bien fundamentadas, sin embargo, estamos en presencia de una autoridad que tiene tanta carga laboral que no escucha y tampoco lee, o bien sus asesores son el filtro que impiden que a sus manos lleguen documentos de análisis que se destinan a los correos electrónicos institucionales situados en el ámbito de la “transparencia”.
Con todo este ambiente, la situación de la Educación no resulta aislada, se encuentra inserta en un país de personas desilusionadas, descontentas, no participativas, desconfiadas de las autoridades parlamentarias o de gobierno, desmotivadas, resignadas, en fin, se trata de ciudadanos que se sienten incómodos en el país en que nacieron.
No hay ideales, no se piensa, no se participa y, lo más importante de todo, seguimos, aunque la autoridad no lo perciba, atrapados por el temor en el cual nos insertó la dictadura.
Frente a las manifestaciones callejeras motivadas por situaciones de importancia, el gobierno habitualmente tiende a desestimar el número de asistentes y por otro lado, si se aceptara que los grupos son reducidos, es una pequeña porción de manifestantes, y a veces de dudosa procedencia, los que se involucran en actos de violencia.
Como contraparte hay un grupo represivo que utiliza las mismas técnicas de la dictadura en la represión callejera y con implementos renovados, afectando a todos quienes andan en los alrededores.
Mientras eso ocurre en las calles, hay muchas otras personas en las casas con el temor de asistir a una manifestación principalmente por la forma en que actúan carabineros, quienes no portan jarros con agua, ellos usan gases dañinos para la salud, elementos para golpear y guanacos, además de vehículos pesados y animales.
Toda esta represión se ejerce contra personas en una actitud de violencia desmedida mucho más dañina y denigrante que la situación en la cual se vio envuelta la Sra. Jiménez.
Finalmente quiero destacar que, en este artículo, en ningún momento hago mención al cargo que ostenta la afectada por el agua fría, ya que desde el punto de vista humano, lo esencial es la persona.
Hoy estamos enfrentados a determinar qué es más grave, la agresión del reportero gráfico en Valparaíso, la represión a la estudiante de la Universidad Austral de Valdivia o el agua que cae sobre el rostro de una persona y qué solo provoca una incomodidad pasajera.
Indudablemente el episodio no reviste importancia alguna ya que al parecer, transcurridas algunas horas, no se ha manifestado ninguna intolerancia al agua.
Por supuesto, esto se escribe teniendo en consideración que en la acción no hubo daño. Si la agresión hubiera sido diferente y con consecuencias de daño físico, ciertamente sería repudiable.
Sin embargo, lo claro está que el país tiene carreteras bonitas, algunas manifestaciones culturales, pero el daño estructural provocado entre el 73 y el 90 se mantiene intacto.
Tal vez todo gobierno puede exhibir progresos, pero hay aspectos postergados y muy retardados.
Lo único que queda por esperar es que el jarro con agua no vaya a ser determinante en el futuro de la Educación chilena y que más bien sirva para despertar la conciencia respecto a que hay más raíces en los enclaves dictatoriales, que en la intención de hacer transformaciones sin amparar intereses económicos.
Luis Osorio Olivares
Profesor de Estado
Las agresivas aguas de las escolares chilenas
El siguiente artículo pertenece a Isidro Peñasco y fue publicado en www.elchileno.cl
La ex funcionaria de la Universidad Católica en los tiempos en que esa universidad estaba dirigida por un rector nombrado por la dictadura y actual ministra de educación de la Concertación, Mónica Jiménez, parece que le tiene miedo al agua como el diablo al agua bendita.
Ahora anda con guardaespaldas para evitar que sigan intentando lavarla de sus pecados de oportunismo y pasado dictatorial. No vaya a ser que otra chiquilla mal educada y espontánea se le ocurra bañarla de nuevo…
El surrealismo, la brutalidad intelectual y la simple tontera han quedado en evidencia completa a raíz del magnífico gesto de una escolar de catorce años, verdadera heroína civil que se atrevió, frustrada por el mangoneo gubernamental, a vaciarle un jarro de agua en la cabeza a la ministra cuando esta ya estaba sacando a una delegación escolar de su oficina, una vez que la prensa ya había tomado nota que ella los había recibido para decir nada o sea para mostrar que estaba haciendo algo y aparecer en la tele reunida con lo escolares, Imagen que “viste” mucho y que sirve para hacerse pasar por “democrática”; “abierta al diálogo”, mientras los Carabineros apalean, envenenan con gas lacrimógeno y agua contaminada al futuro de Chile: los escolares como Música Sepúlveda.
El “horror” de los paniaguados que califican la acción de la muchacha los hace hacer declaraciones que realmente son para una antología del cinismo y la brutalidad.
Por ejemplo: Perez Yoma, ordena a sus súbditos que deben “sancionar socialmente“a Música Sepúlveda. Textualmente es citado por el diario La Tercera: "No creo que esto vaya por el lado de las querellas, lo más importante es la sanción social y el repudio generalizado no sólo en la actuación de esta muchacha, sino lo insólito que ha sido el apoyo del Colegio de Profesores a su accionar".
Claro, la originalidad y espontaneidad de la acción de la chica los tiene que tener horrorizados, entre otras cosas, porque el prestigio desaparece (el prestigio según la Real Academia, en la acepción número 4 dice textualmente: “engaño, ilusión o apariencia con que los prestigitadores emboban o embaucan al pueblo”).
Las “autoridades”; las “personalidades” ya ni siquiera merecen el respeto y el temor sagrado que deberían causar en los subordinados.
El Senador Ochagavía diría: “este es el empsose del acabose”. El acto de la niña rompe un tabú, es algo desmesurado, que coloca nada menos que a una ministra en un rango que no le corresponde.
Como quien dice, la bautiza en el conocimiento de la real desesperación popular chilena, esa que ella ni conoce ni ha conocido nunca porque se las arregló siempre para estar en lugar en que da el sol, en la Universidad Católica como alta funcionaria al servicio de la dictadura y hoy en el ministerio.
Tono original Pérez Yoma: "Me parece inaceptable, encuentro increíble que el Colegio de Profesores siga insistiendo en justificar lo injustificable".
¿De donde sacó este corifeo de la mentira, la represión desatada y la violencia estatal en contra de sus ciudadanos menores de edad, la frescura de “calificar” o pretender que el acto de la chica es “injustificable”?.
Claro que es justificable y la misma chica lo aclaró: se sintió profundamente ofendida y frustrada cuando vio que la ministra ordenó a sus guardias que desalojaran la sala en que se había reunido con los escolares sin que dicha reunión sirviese para nada, fuera de tratar de dar la imagen de que la Ministra estaba abierta al diálogo (para los lectores europeos: en Chile todas las oficinas públicas están llenas de guardias armados, en Chile tenemos un Estado tan democrático que sus dependencias deben ser resguardas con personal militar. Como quien dice: un Estado acosado, bunkerizado, temeroso de sus ciudadanos).
Si Pérez Yoma considera que esa no es justificación suficiente para el jarro de agua, quiere decir no sólo que carece en lo absoluto de sentido del humor, sino que además no entiende nada de nada. Mal que afecta, al parecer a toda la dirigencia política nacional.
Porque si uno saca el acto de la tensión que ha causado el gobierno, defendiendo al lucro en la educación a cualquier costo, como defiende el robo de tierras a los mapuches en el sur o como defiende a los que se roban el cobre en el norte, la verdad es que el baño con agua de Aguas Andina (la empresa española dueña del agua de Santiago) es de una comicidad inmejorable y calificarlo de “agresión” es simplemente demagógico y no se corresponde con la realidad.
Puede que el agua le haya hecho hasta bien a la señora Ministra.
Se sabe que el cura alemán Kneip recomendaba a sus pacientes caminar descalzos por agua fría y tomar baños fríos de agua, sumergiendo la cabeza en un lavatorio con agua fría.
Eso es bueno para el cutis, decía mi abuela. Así es que se puede decir con certeza que la chica le hizo un favor a la ministra ya que con el baño de agua contribuyó a que recuperara lo que ella no tiene y lo que Música tiene de sobra: juventud y honestidad.
El gobierno, en un acto naturalmente oportunista y viendo que estaba haciendo el ridículo mundial mandando a la cárcel o al tribunal de familia a una chica de 14, decidió que no habrá querella.
Desde estas página saludamos a Música Sepúlveda y le auguramos un gran destino en su Patria, la nuestra.
Isidro Peñasco